jueves, 2 de abril de 2015

Satisfacción al ritmo de redoblantes en la estación Retiro

Jueves, 02 de abril de 2015.

Por: Rodolfo Montes.

Estación Retiro-Mitre

Dos naves contiguas, colosales, con cuatro andenes cada una; fundada justo hace cien años, en 1915, exhibe su tamaño y belleza arquitectónica. Bajo las estructuras de hierro importadas desde Liverpool, de 50 metros de altura y 250 de largo, espera en marcha el tren que será bautizado "El rosarino", pero que en su viaje inaugural todavía no tiene nombre. El "chino" lleva locomotora, vagón sala de máquinas, dos coches pullman, el vagón comedor y luego tres unidades categoría turista. El tren a Rosario espera, ansioso y en marcha, en el andén 8, que den las 16.07.

Banderas peronistas. Las líneas internas del justicialismo, presentes.


El andén se va poblando. Llegan sonrientes los más de 200 pasajeros que compraron boleto. Llegan los militantes de la "Florería", la agrupación que banca la precandidatura de Florencio Randazzo presidente. Se ubican las agrupaciones sindicales ferroviarias que también vienen por Randazzo. Suenan los redoblantes; mucha emoción, sonrisas plenas en todas los rostros. Está por partir el primer tren a Rosario, luego de 23 años. El andén 8 es una fiesta. Una fiesta con textura peronista.

Alejandro Ramos, secretario de Transporte, con un ambo oscuro, y sin corbata, lo espera al ministro en la punta del andén. El ahora candidato a vicegobernador (acompañando a Omar Perotti) no para de hablar, exultante. Hace muchos meses que espera este día. Llega Randazzo, saluda a todos y a cada uno que se le cruza en el camino le tiende la mano.

El horario señalado se aproxima. Antes de mostrarse ante los militantes que lo esperan, y de acceder al tren, el precandidato a presidente por el FpV se desata el nudo de la corbata. Lo mira a Ramos y duda si debe dejarse la corbata o no. Finalmente se lo vuelve a colocar.

Mario Gómez, el maquinista, le cuenta a La Capital que tiene 30 años de oficio. Y advierte que la nueva máquina "tiene un tablero completo, todo electrónico, hay que estar atento". Luego agrega: "Por ahora vamos despacio, está la línea en obra. La gente tiene que tener un poco de paciencia, son muchas décadas de abandono, esto no se hace a nuevo de un día para el otro", anticipa. Y luego remata, "¿Cuánto te creés que tardaron los ingleses en hacerlo?".

El guarda, con su impecable gorra gris con visera negra, recorre por última el andén, está todo listo, no hay tiempo para más. Suena el silbato, el maquinista mira por el espejo, toca la bocina, que como una caja de música gigante se multiplica bajo las naves de la estación Retiro. 16.08, el tren se pone en marcha. Justo en ese instante, el sueño de la reconstrucción ferroviaria en la Argentina empieza a convertirse en realidad.

http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2015/4/edicion_2326/contenidos/noticia_5171.html

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