domingo, 26 de julio de 2015

Desde Rosario sur a Retiro en el nuevo tren

22 de junio de 2015.


Después de postergar el viaje, a la espera de una reducción de tiempo que lo acerque al horario de más de 22 años atrás, finalmente viajé de Rosario sur a Retiro a bordo de los nuevos coches chinos, remolcados por una de las nuevas máquinas chinas.






Como acercarse a la nueva estación

El ómnibus diferencial que llega hasta Rosario sur sale de la terminal de ómnibus -la parada más que me resulta más conveniente- a las 23:25 hs. Con esa referencia averigüe en la web el horario en que pasan los ómnibus urbanos por mi parada, esperé algunos minutos y a poco ya se inició la primera parte del viaje a Buenos Aires, insumiendo unos 15 minutos hasta la terminal Mariano Moreno, completado por el de 45 minutos hasta Rosario sur. Me acompañaron unas 10 personas, algunos con pequeñas valijas. En el trayecto lo pararon dos veces para subir gente.





Llegada a Rosario sur

Paramos en la entrada de la estación, frente a la sub-comisaria 20 desde donde algunos agentes nos miraban. Esa zona quedó con una vereda muy ancha, todo muy espacioso, cómodo y generosamente iluminado. Desde la vereda ya se ve personal policial dentro de la estación y el tren detenido sobre la vía del andén, la ascendente. 




El edificio de estación, que fue inaugurado oficialmente hace unos días, es tan espacioso como se puede ver en la gran cantidad de fotos disponibles. Todavía no cuenta con servicios extra como cafetería, quiosco, etc, pero ni yo ni quienes llegaron conmigo los necesitamos en esta circunstancia.
Dos o tres personas de quienes me acompañaron en el ómnibus sacan el pasaje en ese mismo momento.




El acceso al andén está vallado, debiendo pasar por el control del Guarda, el que se encuentra acompañado por personal de seguridad. Luego de revisar el boleto se ingresa al andén y también a los baños, inmaculados aunque sin papel ni aire caliente para secarse.




Me acerco al segundo coche pullman donde espera otro Guarda que vuelve a controlar el billete, cortándole el talón e indicándome la ubicación de mi asiento.





En el coche pullman

Ya conocía los coches por haberlos visitado el año pasado, de todas formas, la amplitud del pullman impacta inmediatamente. Ya no es necesario ni agachar la cabeza o recoger los brazos como nos tenían acostumbrados los ómnibus de larga distancia. La iluminación es generosa, grandes ventanillas y el color claro del interior y de las cortinas seguramente refuerzan la sensación de amplitud, además de los asientos, una fila de dos y la otra de uno, lo que permite desarrollar un generoso pasillo. No están los ventiladores de techo de los antiguos primera clase, en su lugar varias pantallas led que no fueron encendidas durante el viaje nocturno. Un tablero led indica permanentemente día y hora, además de la temperatura interior, que se mantuvo siempre en 24º, y la exterior, que fue variando entre 5º y 8º.

El coche comedor no se encuentra habilitado.





El viaje

Con la mitad del coche ocupado se inicia imperceptiblemente la marcha, puntualmente a las 0:26 hs.
A poco pasa el Guarda “picando” los boletos a la antigua usanza, y a continuación, dos camareros repartiendo una cajita que contiene alfajor y una bolsita personal de papas fritas, agregando un jugo de frutas frio.



Durante todo el viaje el tren mantuvo una buena marcha. Esperaba que necesitara circular a mucha menor velocidad en algunos lugares pero pareciera que los trabajos de renovación pendientes están lo suficientemente bien organizados como para no afectar significativamente este servicio. Cuando circula a baja velocidad es imposible saber si el tren se mueve o se encuentra detenido.




En algunos tramos desarrolla una velocidad significativa que seguramente será la habitual en toda esta línea una vez concluidos todos los trabajos de renovación de vía y cerramientos, sean estos barreras o alambrados. En esos momentos es cuando uno trata de comparar esta marcha con la de los antiguos servicios cancelados en 1993, según lo que permita la memoria. Si bien se nota un bamboleo, este es muy discreto y significativamente inferior al de aquellos servicios. No es molesto si uno está dormitando, y si se camina por el coche se lo puede hacer perfectamente sin agarrarse de ningún asiento.





Los asientos

Cuando conocí los coches, al estar exhibidos en Rosario Norte hace un año pude notar, al igual que muchas otras personas, lo poco que alcanzan a reclinarse, comparándolos con los asientos semi-cama de los ómnibus, anticipando lo incomodos que podrían resultar en un largo viaje. Sin embargo el pronóstico fue totalmente errado. Si bien la inclinación que alcanzan no es mucha, sí es absolutamente suficiente para dormir con absoluta comodidad, siendo superados únicamente por una verdadera cama absolutamente horizontal. Además el espacio para los pies, en especial para personas de 1,85m como es mi caso, es perfecto. Pude dormir perfectamente, solo despertándome en proximidad de San Nicolas, Zárate y Campana, paradas que son anunciadas por un gong, el encendido de las luces del coche y el anuncio de la parada en cuestión.




No solo el largo, sino el generoso ancho de los asientos, absolutamente aptos para personas de cualquier contextura física y la pequeña mesita plástica individual, permiten garantizar la comodidad al pasajero, de una manera tal que al transporte automotor les resultará imposible igualar.


El baño a bordo

Limpio y cómodo, con papel higiénico y apto para cualquier necesidad fisiológica, no como suele ocurrir en los ómnibus donde se advierte que solo se lo habilita para descargas líquidas. Se puede acceder con total comodidad y hasta con el placer de estirar las piernas y sin necesidad de agacharse y caminar agarrado de asientos, techo o cuanta cosa se tenga a mano, ni esquivando algún pie o bolso ubicado en el pasillo.




Si bien el baño cuenta con una pequeña pileta para lavarse las manos –no recuerdo si los viejos coches también la tenían- al salir es una buena opción seguir caminando por el ancho pasillo hasta el otro extremo del coche, que cuenta con dos piletas –estas si estaban en los coches anteriores- y hacer algo de tiempo parado.




Se me ocurrió probar el GPS del celular, que nunca había utilizado realmente, y pude comprobar que seguía con total precisión el recorrido de la vía, moviéndose conforme se movia el tren, inclusive al entrar en la zona local. Que lejana quedó la época cuando se perdían los trenes y teníamos que llamar a comisarias, bomberos u hoteles de la línea para tratar de averiguar si había pasado o no, hasta que alguien acercaba al Guarda o Ayte. Conductor hasta algún pueblo desde donde podian comunicar el accidente.




El arribo a Retiro ocurrió con 10 minutos de atraso, algo poco significativo considerando que toda esa línea se encuentra en obras.





Conclusión

Ya sabemos que el tiempo de viaje y las frecuencias actuales son provisorias hasta la finalización completa de las obras de renovación de vía y cerramientos, lo que se completaría el año próximo. Hasta que eso ocurra las frecuencias se mantendrán reducidas y el tiempo de viaje seguirá siendo similar al actual. 




A pesar de esas limitaciones, la comodidad del viaje en este tren, empezando por los asientos, especialmente aptos para personas altas o gordas, no admite comparación, además de todas las ventajas de espacio y comodidad conocidas, intrínsecas de los vehículos ferroviarios.


 


La ubicación de la estación Rosario sur, en un extremo de la ciudad, situación que insumirá al menos dos años resolver –hasta que se erradiquen algunos asentamientos irregulares al costado del trayecto hasta Rosario Norte- no es motivo para descartar la utilización del servicio; solo en un pequeño pueblito se puede tener la estación de embarque en la esquina de casa.


Fotos: Ministerio del Interior y Transporte.


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Si viaja a la ciudad de Buenos Aires
Hotel "5 de abril"

El hotel "5 de abril" de A.P.D.F.A. (Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos, Administración General de Puertos y Puertos Argentinos) se encuentra ubicado en el barrio porteño de Colegiales (esquina de Cespedes y Moldes), muy próximo a la estación de trenes omónima del Ferrocarril Mitre. Cuenta con un amplo hall, ascensor, y espaciosas habitaciones individuales, dobles, triples y cuádruples, equipadas con baño privado, TV por cable, calefacción y aire acondicionado.








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