domingo, 21 de diciembre de 2014

La inminente llegada del tren ya empezó a cambiar drásticamente la vida de todo un barrio

Domingo, 21 de diciembre de 2014.

Por: Lucas Ameriso.

La Capital realizó una recorrida por la zona de San Martín y Batlle y Ordóñez, donde ya despunta el edificio de la cabecera y los flamantes andenes hablan de una transformación del barrio.

En crecimiento. San Martín y Batlle y Ordóñez, una esquina en cambio constante. Al fondo ya asoma la silueta de la futura estación de trenes.


La inminente llegada del servicio del tren que conectará esta ciudad con Buenos Aires se palpita con gran expectativa en la zona sur, un sector que sin dudas cambiará drásticamente. Hormigón, ruido de obra, operarios, vigas. San Martín y Batlle y Ordóñez es una revolución. Allí, el corredor comercial se distingue por los corralones de materiales, talleres mecánicos, gomerías y asoman pequeños salones de venta, regalerías y casas de artículos del hogar. Según datos de la Administración de Infraestructura Ferroviaria (Adif), la reconstrucción del ramal ferroviario ya generó 2.800 puestos de trabajo en forma directa e indirecta. Y en el barrio las inmobiliarias empiezan a tener más locales en alquiler.

Con los anuncios del ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, quien afirmó que el tren desde Retiro llegará al Apeadero Sur en marzo próximo, la expectativa de los comerciantes de San Martín al 6100 está en aumento.

La Capital realizó una recorrida por la zona, donde ya despunta el edificio de la cabecera y los flamantes andenes hablan de una transformación del barrio. "Todavía no caemos que por acá van a pasar cientos de pasajeros, seguramente cambiará todo", dijeron en una granja a pocos pasos de la futura terminal ferroviaria.

El anuncio de Randazzo le puso certeza al almanaque: en marzo llegará el primer convoy cero kilómetro con pasajeros al Apeadero Sur. En San Martín al 6300, donde todavía el asfalto sigue con baches y una cuadras más al centro el empedrado se ve deteriorado, Soledad recibe a La Capital en un negocio dedicado a la venta de muebles, juguetes y artículos variados.

"Esperemos que la llegada del tren active todo un poco, aunque el tema de la delincuencia genera un poco de dudas. Siguen los robos en la zona, incluso robaron en el supermercado de enfrente, que está a 10 metros de la garita policial (en referencia al módulo de la Policía Comunitaria de Khantuta y San Martín)".

No obstante, la joven comerciante se ilusiona. "Ojalá sea más productivo a nivel comercial, y el ensanchamiento de la calle de un acceso tan importante como éste esperemos que traiga más gente", destacó.

La mirada está puesta en los cientos de pasajeros que ascenderán y descenderán a escasas dos cuadras del negocio en donde ella trabaja. "Vamos a tratar de aprovechar los cambios del barrio al máximo posible para vender mucho más. Si bien somos una mueblería, si se mueve el turismo volveríamos a la regalería", se esperanzó.

"Esto se va a mover". En una jornada en la que el sol pegaba lindo, en San Martín 6195, a metros de las vías, Matías atendió al equipo de La Capital. "Esta es una zona muy movida, con el Casino levantó un poco y calculo que con la estación del tren se va a mover mucho más. Traerá mejoras, pero también hay que ver si con el movimiento de pasajeros no van a aprovechar para chorear, igual va a ser un cambio para mejor. Que pongan un local para cargar la tarjeta del colectivo", dijo el joven. Entre las mejoras pendientes, el vendedor de lotería reclamó que hagan el asfalto hasta bulevar Seguí y "mejoren la seguridad de la zona".

En plena vereda, un grupo de jóvenes charlaba en torno a una mesa y unas sillas de una granjita con todo su frente enrejado. "Que pavimenten y así pasarán más autos. Hay competencia porque está el súper y la otra granja, pero nosotros abrimos a la mañana y hacemos corrido hasta la noche. Pensamos que habrá más taxis", dijeron a coro.

En Batlle y Ordóñez 6217 asoma un letrero tentador: Hamburguería El Special. El comercio abre de 12 a 16 y de 20 a 24. "Hace 30 años que estoy acá", remarcó Eduardo con tono amable mientras preparaba una hamburguesa con chimichurri, mayonesa y ketchup. "¿Si voy a vender más?. Todo depende de las veces que venga el tren. Igual, todo lo que sea para el bien del barrio, bienvenido sea", remarcó el comerciante.

No obstante, se mostró cauto. "Cuando se iba a abrir el Casino todo el mundo estaba enloquecido. Pero la gente que va a jugar en general no viene a comer. Las expectativas están", señaló.

http://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/La-inminente-llegada-del-tren-ya-empezo-a-cambiar-drasticamente-la-vida-de-todo-un-barrio-20141221-0010.html


Nota del Webmaster:
Es tiempo que, tanto el redactor como todos nosotros, nos olvidemos del nombre Apeadero sur (que ya no es mas un apeadero) y utilizemos el nombre correcto: Rosario sur.


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